Me he dado una vuelta por el municipio vecino de Tacoronte. Así escapé de la marea blanquiazul del ascenso del Club Deportivo Tenerife que se había concentrado, toda, en la Plaza de España de la capital (chicharrolandia). Oye!!! descubrí que había vida bajo tanto fútbol. Hay una alfombra tacorontera que me emocionó. No hay caras ni motivos religiosas, sino el mayestático Teide. El volcán ilustrado con arena y con perspectiva un tajinaste y las retamas, todas hechas con flores frescas. Me gusta el ingenio humano, cuando es humano: oiga.
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